Pura Zeta

Su identidad visual nace desde lo extraño, lo vivo, lo mágico. Inspirada en lo que crece en la oscuridad y transforma la materia, la marca construye un universo gráfico entre lo científico, lo psicodélico y lo artesanal. La dirección de arte propone una estética lúdica pero precisa, con tipografías orgánicas, composiciones modulares y un imaginario que combina tierra, espora y juego visual.

El proyecto incluyó naming, identidad gráfica, desarrollo de stickers ilustrados, etiquetas y piezas digitales. El resultado es una marca viva, con personalidad propia y lenguaje visual mutable, ideal para un público joven, curioso y con consciencia ecológica.